Cómo adaptarte a la responsabilidad de ser cuidador

Usa estas habilidades para sobrellevar los desafíos que vendrán.

Acepta sus cambios. Tu frustración como cuidador podría originarse en querer que las cosas vuelvan a la normalidad. Acepta la nueva fase de la vida de tu ser querido y así será más fácil aceptar la nueva fase de tu vida.

Debes saber que tu cuidado es importante. Tal vez sientas que no estás preparado o calificado para la tarea. Pero intenta aceptar que tu devoción hacia un ser querido se traduce en el más alto nivel de cuidado posible.

Enfrenta nuevos desafíos con nuevas habilidades. Recurrir a profesionales médicos no significa que no debes continuar consiguiendo herramientas para desarrollar nuevas habilidades. Aquí te damos un ejemplo.

Aprender a tomar los signos vitales es una forma simple en la que puedes ayudar a tu ser querido en casa, como:

• Controlar la temperatura

• Monitorear la presión arterial

• Tomar el pulso

• Conocer los signos vitales que indican que se necesita cuidado médico inmediato

Conoce más sobre la condición médica de tu ser querido. Tu conocimiento puede ser esclarecedor para los médicos y útil en una situación de emergencia. 

Busca ayuda de amigos y familiares.

Crea un equipo de apoyo de personas que deseen ayudar. De esa forma, no serás el único cuidador. Tomar el mando haciendo que otras personas participen puede ayudarlas a que descubran la virtud de cuidar.

Organiza un horario equilibrado para tu equipo de cuidadores. Una rotación de personas diferentes crea una participación social positiva para tu ser querido. Las responsabilidades de tu equipo de apoyo de cuidado pueden incluir:

• Ofrecer transporte a las citas médicas

• Realizar tareas, desde trabajos domésticos hasta preparar comidas

• Supervisar al ser querido mientras otras personas descansan

• Pasar tiempo conversando con el ser querido

Aceptar el papel de cuidador

Tal vez descubras que tu papel de cuidador es gratificante en sí, incluso cuando es difícil. Tienes la oportunidad de crecer en el proceso. Dedicarte a un ser querido vulnerable puede hacerte más fuerte.